Una Excusa para la Mano de Obra Barata: La Trampa de la "Tecnificación"
El reciente plan firmado por los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía junto al actual para el mercado laboral dominicano, presentado como una solución a la crisis con Haití, tiene un doble discurso peligroso. A primera vista, los acuerdos proponen una serie de medidas para "proteger" a los trabajadores dominicanos y "ordenar" la migración. Se habla de capacitar a más dominicanos con el INFOTEP y de crear empleos más calificados. Sin embargo, detrás de esta supuesta intención de elevar a los dominicanos en la escala laboral, se esconde una estrategia que perpetúa intencional o no intencionalmente la dependencia de la mano de obra haitiana, barata y sin derechos. El plan no busca eliminar la necesidad de trabajadores extranjeros, sino formalizarla, garantizando un flujo constante de mano de obra para los grandes sectores económicos.
Los acuerdos reconocen que la mayoría de los trabajadores haitianos están en la agricultura y la construcción, y que estos sectores tienen una "alta presencia de mano de obra migrante". En lugar de enfocarse en cómo hacer que esos empleos sean atractivos para los dominicanos—con mejores salarios y condiciones—el plan sugiere indirectamente que el problema es que los dominicanos "no están absolutamente" interesados. La solución propuesta es "tecnificarlos", alejándolos de esos trabajos para que ocupen puestos más técnicos. El documento lo dice claramente: el objetivo es "reducir la informalidad" de la mano de obra migrante, no eliminarla. Es una legalización encubierta que formaliza una situación irregular en lugar de resolverla, permitiendo que los sectores productivos sigan beneficiándose de una mano de obra a bajo costo.
El plan perpetúa un ciclo vicioso. Por un lado, se "formaliza" la entrada de trabajadores haitianos, y por el otro, se intenta "ascender" a los dominicanos a puestos de mayor nivel. El resultado es que los trabajos de agricultura, construcción y servicios informales se convierten en un nicho exclusivo para los migrantes. Esto no solo desincentiva la participación de los dominicanos en esos sectores, sino que también crea una dependencia económica y laboral de Haití. Se habla de "productividad con derechos", pero el enfoque principal es mantener el flujo de mano de obra migrante, no garantizar que los empleos sean dignos y bien pagados para todos los que trabajan en ellos. El plan es una trampa: mientras se le vende al dominicano la idea de un mejor futuro, se asegura el presente de los grandes empresarios que necesitan trabajadores que acepten lo que sea.
¡Pueblo Dominicano DESPIERTA!
Enlace a Propuesta (gancho) del CES.
