El Gobierno del expresidente Donald Trump revocó la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para ciudadanos haitianos, afectando a más de 520.000 migrantes que podrían quedar en situación irregular y enfrentar deportaciones masivas. La decisión, anunciada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, pone fin al beneficio el próximo 3 de agosto.
Según Noem, la administración de Joe Biden había extendido el TPS "más tiempo de lo justificado o necesario", lo que, a su juicio, limitó la capacidad de la nueva gestión para controlar la política migratoria. Además, argumentó que el programa había sido "explotado y abusado" durante décadas, justificando así la revocación.
El TPS es un programa humanitario que permite a ciudadanos de países en crisis residir y trabajar legalmente en Estados Unidos. La administración de Biden había prorrogado este estatus debido a los desafíos humanitarios en Haití, como la violencia, la escasez de alimentos y el acceso limitado a servicios básicos como salud y agua potable.
La decisión de revocar el beneficio ha generado fuertes críticas por parte de activistas y organizaciones proinmigrantes, quienes advierten que miles de haitianos podrían quedar expuestos a condiciones extremas si son deportados a su país de origen. Además, la medida se enmarca dentro de una política más amplia de Trump para endurecer las leyes migratorias y limitar las protecciones a ciertos grupos de extranjeros.
El tema migratorio ha sido central en la agenda política de Trump, quien en su campaña ha señalado de manera polémica a comunidades de migrantes, incluidas las haitianas. La revocación del TPS podría convertirse en un punto de debate clave en futuras discusiones sobre la política migratoria de Estados Unidos.
¿Qué impacto tendrá la revocación del TPS en la comunidad haitiana en Estados Unidos y en la política migratoria del país?