La frontera dominico-haitiana atraviesa una crisis sin precedentes. En las últimas semanas, miembros del Ejército y el G-2 han detenido a varios pandilleros haitianos intentando ingresar ilegalmente. Sin embargo, el problema va más allá de las capturas: corrupción en migración, falta de policías y un sistema judicial inoperante agravan la situación.
¡BANDAS CRUZANDO LA FRONTERA!
En un reciente operativo, un pandillero haitiano fue apresado en Laurel mientras viajaba en un autobús de Caribe Tours. Se descubrió que había pagado RD$15,000 para cruzar, revelando una red de tráfico de ilegales con posible complicidad de algunos inspectores de migración. La denuncia ha encendido alarmas, ya que empresas de transporte estarían facilitando estos movimientos.
CORRUPCIÓN Y COMPRAS DE SILENCIO
Informes desde Dajabón indican que ciertos agentes de migración estarían recibiendo sobornos para permitir el paso de indocumentados. Algunos llegaron con escasos recursos y en poco tiempo exhiben lujos inexplicables. Urge una investigación y la implementación de contrainteligencia para frenar la venta de la patria al mejor postor.
ROBO A LOS MISMOS HAITIANOS QUE PAGAN POR CRUZAR
Las rutas clandestinas evitan los chequeos militares, pero los traficantes dominicanos están estafando y asaltando a los propios haitianos que transportan. En Laurel, miembros del G-2 descubrieron un caso donde dominicanos, con pistolas de juguete, despojaron de dinero a inmigrantes ilegales. Estos actos demuestran que la frontera es tierra de nadie para el crimen organizado.
JUSTICIA DÉBIL: DELINCUENTES LIBERADOS EN 24 HORAS
A pesar de los esfuerzos del Ejército, la justicia sigue siendo un chiste. Detenidos son liberados con fianzas ridículas de RD$10,000 a RD$20,000, permitiéndoles continuar con sus crímenes. La procuradora Jenny Berenice Reynoso debe intervenir para que los traficantes de ilegales enfrenten penas severas y dejen de burlar la ley.
POLICÍA FANTASMA: LA FRONTERA ESTÁ DESPROTEGIDA
A pesar de los discursos oficiales, la seguridad en la frontera es un espejismo. Restauración, Loma de Cabrera, Partido y El Pino apenas tienen dos policías por destacamento. La delincuencia se dispara mientras los agentes trabajan jornadas de 48 horas sin descanso. Sin una verdadera presencia policial, la frontera sigue en manos del crimen.
¡URGENTE! EL PRESIDENTE DEBE ACTUAR YA
El presidente Luis Abinader debe tomar cartas en el asunto. Se necesita un refuerzo inmediato de policías, la eliminación de redes de corrupción en migración y un castigo ejemplar para los traficantes de personas. Sin acción inmediata, la frontera se convertirá en un pasadizo sin control para pandillas y criminales.
Defender la patria no es solo un discurso, es un compromiso real con la seguridad nacional. ¡Es hora de despertar y actuar antes de que sea demasiado tarde!